Como vais familias!!!!!!

Pues no se vosotros, pero parece que el verano se acaba, por lo menos el mío.
Hemos tenido suerte y después de un año intenso, sin parar, las bien merecidas vacaciones, han sido todo un placer.
Nuestro destino este año ha sido Alcocebre, en Castellón, todo un descubrimiento por cierto. Un sitio muy familiar, y con la Sierra de Irta muy cerca, para poder practicar deporte o simplemente darte un paseo, y ver como los cangrejos andan por las rocas.
Dentro de la amplia oferta de ocio que nos puede ofrecer, esta bonita población, no podemos olvidar las opciones gastronómicas que encontramos. A nosotros nos gustaba ir cerca del puerto, íbamos probando, y la verdad que no nos podemos quejar, pero he de reconocer que a mí personalmente me encantaba el postre, había una heladería “My Gelatto”, creo que probé prácticamente todos los que había.

La vuelta es lo que está siendo más difícil, después de desconectar de todo, tener que retomar rutinas, todo lo que implica llevar una casa con niños pequeños, si le sumamos a todo esto la vuelta al trabajo, imaginaros, por que lamentablemente tengo que reconocer, que soy de las que apuran al máximo las vacaciones y eso tampoco ayuda a superar el síndrome postvacacional.
Pero antes de esto, la transición de las vacaciones, con la realidad diaria. Nos tenemos que despedir de la playa, el viaje en coche con los peques, que se hace un poco largo la verdad, y al llegar a casa, después de descargar el coche, nos encontramos esto……………………….

La nevera vacía, sin ganas de ir comprar, teniendo que deshacer maletas, poner lavadoras, abrir para airear la casa y un largo etc.
Así que fui precavida e hice un encargo a Tupy.es, desde la playa, y menos mal, la verdad que es una gran ayuda, cuando estas metida en la vorágine de la vuelta a casa, que de repente suene el timbre y tachannnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnnn………………

Entenderme, pero en un momento en el que tengo tanto trabajo por hacer, antes de ir a trabajar, es un verdadero alivio tener algo menos de lo que preocuparte. Cocinar como ya sabéis implica tiempo, ir a comprar, ponerte manos a la obra y más que limpiar, porque evidentemente algo se ensucia.
Así que con esto, después de comer, recuperamos fuerzas, “comiendo sano”. Reconozco que me he pasado y necesito volver a ponerme en forma o por lo menos tengo el propósito de perder esos kilitos de más que me he traído de la playa, no me he pesado, ni pienso hacerlo, pero la ropa es un indicador claro de que lo que os cuento es un hecho. Y la comida que me han traído me va a ayudar a empezar.
Los que todavía estáis de vacaciones o vais a empezar, seguir disfrutando y los que no acompañarme, que septiembre esta aquí al lado, y seguro que va a ser genial.